«Sound of Freedom»: un éxito cinematográfico entre el cielo y el infierno (Columna Editorial)

 

Por Claudia Echeverría Directora Comunicaciones y Prensa Faro Films

Contra viento y marea, sin difusión de la prensa hollywoodense, y con campañas contra sus realizadores, la película Sound of Freedom resultó un tremendo éxito, ubicándose en el primer lugar de la taquilla en Estados Unidos. En cinco días,  4 millones  de personas vieron la película superando la meta que se habían impuesto de llevar 2 millones en la primera semana, representando a los 2 millones de niños que al día de hoy son esclavos sexuales.

Según comentarios en la redes en  algunas de las las 3 mil salas donde se exhibió,  se pudo ver a personas que salían llorando, otros enojados o tristes, pero muchos también dispuestos  a visibilizar esta cruda, oscura y oculta realidad.  Tampoco faltaron  los absurdos y ácidos comentarios de críticos de cine de medios progresistas como el Diario inglés The Guardian , que calificó la película de «paranoia conspiracionista».  No obstante,  nada pudo parar hasta ahora el tsunami de espectadores que siguen comprando entradas.

Sin duda, Sound of Freedom parece ser una película fuerte pero sufrida, obligada a sortear obstáculos a cada paso, no por nada tardó 8 años en llegar a la pantalla grande. Es como si una fuerza desconocida no hubiese querido que salga a la luz y menos que ahora sea la cinta más vista en Estados Unidos.

Desde Faro Films quisimos apoyar su estreno el 4 de julio pasado y ese día hicimos un programa de Faro Revela on line  entrevistando a Verónica Toller, periodista  argentina, experta en trata de personas,  que  trabaja junto a Eduardo Verástegui  (productor de esta película) y participó en la difusión de la cinta para comunicar el mensaje  de la trata de menores.   Lo curioso es que casi cancelamos el Vivo, ya que  segundos  antes de empezar se largó  una gran tormenta eléctrica  sobre en  Buenos Aires  que  nos cortó internet por 20 minutos,  pero persistimos en los intentos de conexión porque el tema lo valía. La nota fue fuerte y mostró una realidad cruda y muy oscura  que también abarcó la realidad y situación actual de la trata infantil en Argentina,  tema que desconocía, dejándome  asombrada y con un gusto amargo.

Días después del programa y de escuchar videos de los realizadores me puse a pensar en todos los milagros  inesperados que se han vivido en  el backstage de esta cinta. También en otros que Verónica me contó  en la nota y  que se me pasaron de largo,   y sentí la fuerte  necesidad  de escribir esta nota de corte informativo  y editorial para mostrar esa luz.  Dar a conocer  la otra cara de esta película,  la del amor al prójimo, la solidaridad,  la humanidad, la generosidad, el trabajo en equipo,  la valentía, la humildad,  la perseverancia.  Pero fundamentalmente la confianza en Dios y su consecuente  respuesta llena de amor,  impulsando y fortaleciendo  Sound of Freedom  para dejar un mensaje mucho más profundo que la mera denuncia sino un llamado a la acción genuina a cada uno para poner fin a este flagelo universal.

SOUND OF FREEDOM – UN MILAGRO CINEMATOGRÁFICO

Sound Of Freedom es una película que retrata de manera cruda, sensible y valiente, el tráfico de niños para explotación sexual  basada en la historia real de Tim Ballard, un agente del FBI, un héroe desconocido que vio en esos pequeños niños secuestrados a su hijo. Él dedicó sus esfuerzos y armó un equipo de agentes para  rescatar  a niños en distintos lugares del mundo, una realidad de un negocio internacional  que cada día crece más  y que nadie mostró en la pantalla grande… hasta ahora.

Tim Ballard

«Providencialmente», Tim Ballard  escuchó hablar de Eduardo Verástegui productor de cine, lo investigó y le gustó su trabajo.  Luego se animó a buscarlo  porque  le urgía encontrar  a alguien que visibilizara la realidad  del tráfico sexual para que el gobierno norteamericano, deje de hacer «la vista gorda» e incluya el tema de la explotación sexual de niños  en la agenda de prioridad del Gobierno. Finalmente  llegó a Eduardo y tocó la puerta de su productora y  de su corazón  tras contarle su  increíble historia para salvar niños.  Verástegui escuchó el relato que lo dejó llorando varios días. A partir de eso sintió  en lo profundo de su ser que  tenía que hacer esta película, no por una misión humanitaria, sino por pedido de Dios. Y se lanzó a hacerla junto a su partner Alejandro Monteverde  (director de Cine)  y el equipo de Metanoia Films. Todos  se sumaron a la misión con la misma inspiración : «los niños de Dios no están a la venta».

Eduardo Verástegui y Alejandro Monteverde

Con un presupuesto muy acotado se largaron a rodar sin  imaginar que  tendrían que sortear otras  grandes piedras en el camino.  Puesta su esperanza en que tenían una historia real y un tema impactante y sensible. ¿Quién  podría estar en contra  de una película que denuncie el tráfico sexual de menores?. En el casting entrevistaron a más de 20 actores conocidos, les ofrecieron una buena paga, pero inexplicablemente nadie quiso el papel de Tim.   Finalmente fue el mismo Tim Ballard el que pidió  para el papel a Jim Caviezel,  famoso actor protagonista de La Pasión.  Lo contactaron y sin leer siquiera el guión y sin pensar mucho en su paga,  Caviezel se sumó a la cruzada. Luego sumaron a  la actriz Mira Sorvino y  al actor Bill Camp.  Finalmente todo quedaría en manos de  Eduardo Verástegui  en la producción general y  Alejandro Monteverde en la dirección, dos talentos cinematográficos que se habían destacado antes  realizando dos películas de calidad con temas relevantes como el valor de la vida y el respeto por los valores familiares  con la película «Bella» y «Little Boy».

Jim Caviezel, Tim Ballard y Mira Sorvino

Terminaron la película y sobrevino la pandemia. Cuando se volvió a la  normalidad  empezaron a buscar distribuidor. Eduardo Verástegui contó en una entrevista que fue muy difícil encontrar distribuidor. Sospechosamente las empresas más grandes de Hollywood no se interesaron en exhibirla, ya que consideraban que el tema «no era negocio» y no  iba atraer espectadores. Pero la fe del equipo de producción, de los actores protagonistas y del mismísimo Tim Ballard y su equipo de héroes lograron, literalmente, el milagro. Encontraron a una distribuidora dispuesta a mostrar la película al mundo. Y no fue cualquier productora, sino una que se llama «Angel Studios», la misma que llevó a la pantalla The Chosen. Sin palabras…

Hoy, a la luz del rotundo éxito de taquilla que tuvo la película, es imposible no preguntarse  por qué esta élite cinematográfica la rechazó. Hay rumores tras el estreno que el caso de Jeffrey Epstein acusado de abuso de menores  y sus implicancias con las elites del poder político y empresarial, pueden ser la punta del iceberg  que no quieren se derrita.  Esto explicaría los ataques de  la prensa y medios progresistas.

Otros milagros que surgieron del relato de Verónica Toller en la entrevista.  Ella «providencialmente» comenzó a trabajar junto a Eduardo Verástegui por una nota que le hizo en el Diario La Nación en 2018, cuando vino a la Argentina a celebrar que se había logrado frenar el proyecto de ley del aborto. Hablaron largamente sobre el tema de la trata, tema en el que Verónica es una experta. Por esto mismo fue ella la elegida para llevar adelante la comunicación de este complejo mensaje en la promoción mundial de la película. No fue fácil para ella mudarse a México pero también lo sintió como un llamado de Dios. Pero esta tarea no se limitó al trabajo clásico de prensa en los medios. «Providencialmente» la pandemia les dio tiempo para rezar por la “causa” y para idear una fuerte campaña de difusión, que tras el encierro los llevó a recorrer diferentes ciudades de México mostrando la película a las autoridades locales y logrando varios acuerdos políticos con los gobiernos locales para luchar genuinamente contra el tráfico sexual de niños. Y esto ya se empezó a encaminarse en Estados Unidos logrando algo impensado,  la  posible proyección de la película  en el Capitolio posiblemente  a fin de mes.  Una estrategia  muy audaz e inteligente ya que exponer a los políticos a que conozcan el problema de manera pública,  los  obliga  moralmente a realizar alguna acción y  si no lo hacen se transforman  en sospechosos de encubrimiento.

Verónica Toller exponiendo en la Conferencia Episcopal mexicana

Seguramente los ataques a la película se van a intensificar,  de hecho ya han denunciado que en algunas salas donde se exhibe  Sound of Freedom se ha cortado la luz o el aire acondicionado,  cosa que no pasa  en las otras salas del complejo donde dan otras películas.

En fin por más corte, ataque y crítica que hagan, no no dudo, que quienes vean Sound of Freedom y hayan sido víctimas o  tomado contacto con víctimas del abuso, esta película puede llegar a cambiarles la vida. Y para el resto de nosotros también, porque será un fuerte llamado a la acción para salir a la calle, desde donde estemos  para advertir , denunciar  y exigir a nuestras autoridades de Gobierno  el fin de este crimen terrible que nos atraviesa a TODOS ” Los niños de Dios no están a la venta”

Al cierre comparto el link del programa Faro Revela a Verónica Toller. Seguramente los impactará tanto como a mí,  tiene mucho dato  de lo que es la Trata y de lo que pasa en Argentina y podrán tener una idea de cuándo llegará la película a Latinoamérica. También descubrir otras señales prodigiosas, como por ejemplo que, al mismo tiempo que filmaban Sound of Freedom en Colombia en 2018, Tim Ballard rescataba niños en ese mismo lugar, a pocos meses  de su retiro, pero Dios tenía otros planes para él.

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