Crónica de la Peregrinación a Fátima: Lo divino y lo humano tras 2 años de cierre por la pandemia


Ni la pandemia, ni la guerra, ni las políticas progresistas, ni los ataques a la fe de la prensa lograron detener la avalancha de más de 180.000 peregrinos de todo el mundo que llegaron este 12 y 13 de mayo de 2022 a Fátima, Portugal . Este año se celebraron los 105 años de la primera aparición de la Virgen María a los tres pequeños pastores Francisco, (9) Jacinta (7) y Lucía (10) ocurrida en 1917, justamente período de la 1era guerra mundial, en un mundo en crisis, al igual que el mundo actual. No fue casualidad que la ceremonia acogió como tema central la urgente necesidad de la paz, la escucha y el diálogo entre los hombres.

Fue una fiesta, y como periodista acreditada de Faro Films participé de esta emotiva celebración que tiene momentos y vivencias únicas que te sobresaltan el corazón y te hace entender por qué la gente viene aquí y se te hace imposible no querer volver.

LAS CLAVES DE «LO DIVINO”

EL SILENCIO. En la madrugada del 12 de mayo en la explanada del Santuario, en una noche fría, viví el silencio más sobrenatural de mi vida, rodeada de una multitud. El silencio y el respeto con que los peregrinos participan de toda la ceremonia es sobrecogedor y milagroso. Es como si nadie quisiera perderse nada. El tiempo se detiene al igual que la ansiedad. Se habla en seis idiomas distintos y se pueden escuchar atentamente las homilías y al maravilloso coro. Nunca estuve tan callada en mi vida. Realmente no quería hablar. Es inexplicable… hay que vivirlo.

LA DELICADEZA DE LOS DETALLES en las ceremonias y el Santuario. Desde la idea de las velas que cada peregrino tiene en su mano encendida y que levanta cada vez que se canta el “Ave, Ave, Ave María” mientras la imagen de la Virgen de Fátima hace un recorrido por la explanada rodeada de un manto gigante de lucecitas creando un clima de intimidad con ella inexplicable, hasta la tulipa plástica que lleva cada vela y que tiene dibujada a la Virgen que se refleja cuando se enciende la mecha, generando un efecto conmovedor. Otra maravilla es que las velas duran horas sin consumirse.

Otro detalle es cómo se reciben las cartas que las personas llevan a la Virgen con peticiones. Estas no se depositan en una urna, sino que se entregan en mano a un distinguido caballero de traje azul que es el custodio de la capilla de la Casita de Jacinta y Francisco, ubicada en la parte central del Santuario a la izquierda. Solo él las puede recibir; lo que es una delicadeza, ya que te hace sentir que tu carta es valiosa para la Virgen.


LOS ACTOS SIMBÓLICOS que se viven en el Santuario Fátima. Por ejemplo, existe un sector donde hay unos hornos con fuego donde la gente lleva a quemar velas como gesto de agradecimiento cuando la Virgen le cumplió alguno de los deseos. Allí todo el tiempo se ve una fila larga de personas cargando velas de diversos tamaños. Algunos llevan velas larguísimas que llegan a medir 1,60 metros, el promedio de estatura de una persona. Esto es un detalle heredado de una antigua tradición portuguesa: cuando sus hijos iban a la guerra y no volvían, los familiares les prendían velas de la estatura del fallecido, como forma de homenaje.

Otro acto simbólico de petición y sacrifico es el ir arrodillados hasta la Capilla de la casita en Cova Da Iria, lugar de la primera aparición, el 13 de mayo de 1917. Hay un caminito marcado que inicia en la parte superior del santuario de unos 100 metros. Allí durante toda la jornada se ve a hombres, mujeres con cochecitos, jóvenes, sacerdotes y abuelos avanzando lentamente, arrodillados, con gran esfuerzo, para pedir por alguna intención especial o para agradecer. Una tradición que se ha perdido y conmueve volver a ver.

Y por último al cierre de las ceremonia del día 13 al mediodía no hay que perderse la despedida de los pañuelos blancos, donde la misma multitud de la noche anterior vuelve o se suma a la que se quedó toda la noche en vigilia de adoración y se repite el paseo de la Virgen. La diferencia es que esta vez, los peregrinos sacan pañuelos blancos que hacen flamear al paso de la imagen de la Madre. Y finalmente en la noche del 13 a las 21.30 se reza el Rosario. Al finalizar, la imagen de la Virgen es expuesta liderando una larga procesión con velas alrededor de todo el santuario que es imperdible. Un maravilloso cierre de jornada espiritual (La procesión se repite todo el año, cada mes los días 12 y 13)

LAS CLAVES DE LO HUMANO

EL MENSAJE. Las homilías tanto del 12 como del 13 no dejaron de hacer foco en la guerra, en la necesidad de buscar la paz a partir de la apertura al diálogo genuino y a la escucha sincera para lograr acuerdos de cooperación entre las naciones y los hombres para que el mundo viva en paz. También se hizo un llamado a que la humanidad se consagre al Inmaculado Corazón de María en momentos en que la familia esta siendo desvalorizada, en que la vida es atacada a través del flagelo del aborto de los más inocentes. Si no nos abrimos a la Iglesia de Dios, a la Virgen María y a los Sacramentos podemos ser absorbidos por un activismo estéril que nos aleja de Dios. Por esto mismo los obispos, en Fátima, realizaron un llamado a volver a la contemplación como fuente de vida y paz.

En este contexto también se rezó mucho por las víctimas de la guerra de Ucrania en todas las ceremonias. Y se recordó que en el 2023 se realizará la Jornada Mundial de los Jóvenes en Lisboa, a los que todos los jóvenes del mundo están invitados porque ellos son la fuerza y esperanza de la Iglesia.

LA INVITACION. Sin duda Fátima ,para los que vinimos, fue una invitación a despertar a una fe activa y genuina. Más aún en tiempos difíciles como los que estamos viviendo de guerra, pandemia y ataques a la vida y la familia, a los que la misma Virgen de Fátima refiere en sus mensajes. “Rezad mucho, y haced sacrificios por los pecadores, pues van muchas almas al infierno, por no tener quién se sacrifique y pida por ellas”. “Cuando recen el Rosario, digan después de cada misterio; Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia” (13 de junio de 1917)

LOS PEREGRINOS. En Fátima conmueve ver personas de tan diversos países unidos en una misma fe. Curiosamente no me crucé con ningún grupo de Argentinos. Y cuando vi la lista de grupos me dolió ver que no había grupos de Sudamérica. Lo cierto es que, si bien Fátima es una devoción fuerte en esta parte del planeta, no son muchos los que, cuando viajan a Europa, están dispuestos a desviarse del tradicional itinerario Francia, Italia, España, y viajar a Portugal a visitar este santuario. Pero es muy fácil hacerlo. Desde Madrid el vuelo en avión es de una hora y media, y cuesta unos 50 euros, y en micro, que son 8 horas de viaje, cuesta 30 (en mayo entre el 12 y el 15 estos valores se triplican, y también el alojamiento, por eso es recomendable sacarlo al menos un mes antes). Luego, en Lisboa, de la estación de Buses 7 Ríos (a pasos de la estación del metro línea azul Jardín Zoológico) salen autobuses a Fátima cada 30 minutos en un trayecto de una hora y media, y cuestan 13 euros.

Este año participaron 114 grupos de peregrinos organizados de Portugal, Alemania, Austria, Brasil, Cabo Verde, Canadá, Croacia, El Salvador, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Gibraltar, Irlanda, Italia, Letonia, Malta, México, Polonia, Republica Dominicana, Suiza y Vietnam.

LOS PORTUGUESES: No puedo terminar esta nota sin destacar la amabilidad de los portugueses. Gente alegre y muy contemplativa. Orgullosos de su país y de que la Virgen haya elegido su tierra. Te ayudan en todo momento. Hablan un portugués que no se entiende, nada parecido al que se habla en Brasil, pero te entienden y se desviven por solucionarte los problemas.

Los invito a no perderse esta experiencia única de fe, no se van arrepentir. La Virgen nos espera a TODOS.

Por Claudia Echeverría Periodista, Editora Faro Films

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