«Ser provida en Cuba me costó años de torturas. No me arrepiento»

En momentos en que el pueblo de Cuba comenzó a rebelarse por hambre y libertad contra el régimen autoritario fundado por los Castro, rescatamos la historia de valentía del médico cubano Oscar Bicet, publicada en el 2016 por el periodista Javier Lozano en Actuall, donde cuenta los terribles padecimientos que sufrió por defender la vida de los niños por nacer. El sigue siendo un líder provida activo y nunca pidió el exilio de su país.

Este médico cubano perdió su trabajo y estuvo preso 12 años, aislado, sin visitas de familiares y torturado por denunciar las atrocidades  que se cometían en los hospitales cubanos, como el Hospital Hijas de Galicia.

Toda su historia se inició en 1997 cuando decidió que debía recabar pruebas de las barbaridades que allí se cometían. “Fue un problema de conciencia porque no podía soportar que a un ser humano le quitaran la vida”, cuenta Biscet. “Fue muy traumático para mi conocer estas situaciones aberrantes con numerosos abortos y en los que en el último período de gestación los bebés nacían vivos y eran asesinados, ahogados en cubetas de agua o cortándoles la médula”.

Decidido a acabar con este escándalo, el doctor Biscet recopiló los testimonios de las madres a las que habían asesinado a sus hijos y también preparó un informe sobre el “rivanol”, una sustancia utilizada para provocar abortos en Cuba.

Con todo esto el médico hizo un estudio donde planteó esta situación y lo entregó a las autoridades. La Fiscalía no le respondió y lo llevó a la oficina de Fidel Castro. A partir de ese momento se lo llevaron preso por ser una “amenaza para el Estado”.

Fue liberado en 2002 y poco después detenido de nuevo y condenado a 25 años. Fue la mediación de la Iglesia Católica la que logró que fuera excarcelado en 2011 aunque con la prohibición del régimen de abandonar Cuba. Dejado libre nunca quiso exiliarse pero si pudo viajar por el mundo difundiendo su causa.

«El vivir en una dictadura como esta no sólo te puede costar la cárcel sino la vida”, afirmó el doctor, recordando las torturas que sufrió. Pero no sólo fue él sufrió la represión por su condición de provida. Su mujer perdió el trabajo y también la casa en la que vivía.

Aún así él cree que todos estos padecimientos han valido la pena pues a su juicio su lucha por la vida “ha repercutido en la sociedad”. En la nota contó que antes de ser encarcelado convocó una marcha provida y ese mismo día Fidel Castro se vio obligado a salir en televisión defendiendo el aborto como un derecho de la mujer. Pero Biscet continuó con las protestas y “Fidel tuvo que volver a salir para decir que el aborto no era un anticonceptivo y que había que regularlo. Y aunque la regulación fue mínima quedó al menos constancia entre la gente que el aborto no era un anticonceptivo”.

Por todo ello, este médico que ha experimentado grandes sufrimientos por defender a los que no tienen voz, llamó a toda América Latina a luchar por la vida y “no dejarse llevar por la izquierda que está en el poder y que fomenta el aborto”. “Es fundamental que todas las personas sigan luchando para que no se despenalice el aborto en los países que aún resisten”.

Adjuntamos otra nota realizada en la cadena Martí.

Fuente: Actuall y Marti (foto portada BBC)

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