Gracias a la velocidad de la redes sociales en pocas horas el mundo entero supo lo que se desató en Kabul, capital de Afganistán, luego de que Estados Unidos retirara sus tropas. Los talibanes, quienes gobernaron en el país hace 20 años atrás con brazo férreo, violento y con muchas restricciones a la libertad, regresaron al poder lo que generó el terror en su población.
En la que fue su primera conferencia pública tras la toma del poder sobre Kabul, los militantes islamistas mantuvieron su compromiso de mantener relaciones «pacíficas» con otros estados y la intención de aplicar la ley islámica de una forma más laxa en comparación con su anterior periodo en el poder al permitir a las mujeres trabajar.
EL ORIGEN DE LOS TALIBANES
Así como el cristianismo está dividido en distintas ramas, lo mismo pasa con la religión musulmana. Esta religión surgió en la península Arábiga durante el siglo VII con el profeta Mahoma, que difundía las enseñanzas de Alá, el dios de los musulmanes. Pero Mahoma murió sin descendencia masculina en el año 632 y su muerte desencadenó una lucha de poder entre sus seguidores.
Las dos principales ramas del Islam, Sunismo y Chiismo, se enfrentaron entonces para decidir quién tenía el derecho legítimo a liderar a los musulmanes. Este enfrentamiento provocó una profunda división que todavía sigue en la actualidad.
Los Sunitas son el grupo mayoritario entre los musulmanes: cerca del 90% de la población musulmana en todo el mundo pertenece a esta rama, considerada la más tradicional del Islam. Los talibanes que actualmente tomaron el poder de Kabul, pertenecen a este grupo, pero son extremistas y violentos.
La palabra «Talibán» es pastún (qué es pastún? Una jerga un idioma…) y significa «alumnos, buscadores o estudiantes». Pero el movimiento, fundado a principios de la década de 1990 y originado en las escuelas islámicas de Pakistán, lleva décadas librando una campaña terrorista-militar contra la Democrática República Islámica de Afganistán. Según las estimaciones de la OTAN, los talibanes cuentan actualmente con unos 85.000 combatientes, cifra que nunca tuvieron antes…
Según los expertos, los talibanes están financiados por Arabia Saudí; su objetivo es una forma estricta de islamismo suní con la aplicación estricta de la ley Islámica. Esto incluye ejecuciones públicas y prácticamente ningún derecho para las mujeres, que deben estar totalmente cubiertas con un velo y no trabajar. Los Talibanes rechazan las elecciones y las estructuras democráticas.
EL DOMINIO DE LOS TALIBANES
Los Talibanes ya estuvieron en el poder en Afganistán en los años 90. En 1994, los talibanes tomaron el control militar de la ciudad de Kandahar. En 1996, también tomaron la capital, Kabul, y formaron el Emirato Islámico de Afganistán (que también quieren reconstruir ahora). Los Talibanes derrocaron al entonces presidente Burhanuddin Rabbani, uno de los padres fundadores de los Muyahidines Afganos que habían luchado contra la ocupación soviética.
En 1998, los talibanes controlaban casi el 90% de Afganistán. Sólo Pakistán, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos reconocieron al gobierno talibán de Afganistán.
Bajo su mandato, los asesinos y los adúlteros eran condenados a muerte, y las sentencias de muerte se ejecutaban a menudo inmediatamente y ante un público. A los culpables de robo se les amputaban las manos como castigo.
Los hombres tuvieron que dejarse la barba y las mujeres tuvieron que llevar el tradicional burka de cuerpo entero. Además, según la ONU, los Talibanes cometieron al menos 15 masacres contra la población civil entre 1995 y 2001; las atrocidades se cometieron a menudo junto con combatientes de la islamista Al-Qaeda. La televisión, la música y el cine estaban prohibidos. Las niñas sólo podían ir a la escuela hasta los 10 años.
Estados Unidos lanzó la guerra afgana hace 20 años con un ánimo de venganza, determinación y unidad, después de los atentados de Al-Qaeda en Washington y las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre del 2001. Tras 20 años de intervención militar, Estados Unidos y la OTAN anunciaron la retirada de sus tropas de Afganistán en mayo pasado. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden aseguró que era imposible que los Talibanes regresaran al poder una vez que las tropas americanas se retiraran. Claramente se equivocó, y no solamente los Talibanes si regresaron al poder, sino que ahora su capacidad para gobernar está en duda.
LOS TALIBANES AHORA
La situación en Afganistán es crítica. La bandera blanca del Emirato se levantó en el palacio presidencial de la capital, Kabul, tan solo 24 horas después de que el presidente afgano, Ashraf Ghani, abandonara el país junto a sus colaboradores más cercanos. Según anunció posteriormente, lo hacía para «evitar un baño de sangre», ya que temía que «innumerables patriotas fueran martirizados y Kabul destruida» si él se quedaba.
La mala gestión de Biden de la retirada abrupta de Afganistán subrayó su punto central: que las visiones de Estados Unidos de forjar una nación funcional eran ilusorias y que muchos años más de participación de Estados Unidos no habrían hecho ninguna diferencia. Las evaporadas fuerzas y policía afganas en las que EE.UU gastó miles de millones para luchar contra los talibanes desconcertó a muchos funcionarios de Washington. Esto resume cómo los altos mandos militares y diplomáticos fueron engañados por sus propias ideas preconcebidas y la inversión de años de la sangre y el tesoro estadounidenses, oleadas de soldados, retiros de fondos, ofensivas diplomáticas y plazos arbitrarios para irse.
Actualmente ya son 267 los distritos bajo el control talibán. Unos 87 territorios se mantienen en disputa y 53 siguen bajo el control del Gobierno afgano, según FDD’s Long War Journal. De este modo, los integristas ya controlan 17 de las 34 capitales de provincia del país.
Mientras tanto, el cofundador y número dos de los talibanes, Mulá Abdul Ghani Baradar, volvió este martes a Afganistán desde Qatar, donde dirigía el gabinete político del movimiento, anunció uno de sus portavoces. Se trata del primer viaje oficial de un líder Talibán a Afganistán desde la caída del régimen insurgente en 2001.
Nacido en la provincia de Uruzgan y educado en Kandahar, Baradar es el cofundador de los Talibanes junto con el mulá Omar. Baradar es ahora el jefe político de los Talibanes y su cara más pública. Su influencia es tal que se cree que podría ser el presidente del Emirato Islámico de Afganistán una vez que los Talibanes asuman el control total del país en no mucho tiempo.
Esto viola en gran parte los derechos humanos en general, a vivir en democracia, la libertad de expresión, derechos sociales y económicos, y sobre todo, perjudica enormemente las libertades de las mujeres, que se hallan en peligro con este régimen extremista. Este aspecto es quizás el que más preocupa al mundo entero en momentos en que las mujeres han alcanzado grados de participación y libertad nunca visto en la historia. Por ello ya se ha visto en las redes el llamado internacional de las mujeres del planeta por defensa de las mujeres afganas.
En la Afganistán de Biden, la mujer podía trabajar estudiar y circular libremente además de muchas otras cosas. Hoy a pesar de las primeras declaraciones de los Talibanes de que ellos respetarán sus libertades, nadie cuenta con certezas de que esto será así. Nadie sabe si esta declaración es una “fachada políticamente correcta” fruto de la presión internacional o es realmente una decisión de lo que va ser su gobierno en Afganistán. El paso del tiempo será el único indicador de lo que pueda suceder este pequeño país tan sufrido por intervenciones militarizadas.
LAS 29 PROHIBICIONES DE LOS TALIBANES A LAS MUJERES SEGÚN SU CREENCIA
1. Prohibición total de trabajar fuera del hogar.
2. Prohibición total de la actividad fuera del hogar a menos que estén acompañadas de un mahram (pariente masculino cercano, como padre, hermano o esposo).
3. Prohibición de tratar con comerciantes masculinos.
4. Prohibición de que sean atendidas por médicos varones.
5. Prohibición de que estudien en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa.
6. Obligación de usar un velo largo (burka), que las cubra de la cabeza a los pies.
7. Se azotará, golpeará e insultará a las mujeres que no vayan vestidas de acuerdo con las reglas de los talibanes o las que no estén acompañadas de un mahram.
8. Si no tienen los tobillos cubiertos se les castigará con azotes en público.
9. Lapidación pública a las mujeres acusadas de tener relaciones sexuales fuera del matrimonio
10. Prohibición del uso de cosméticos.
11. Prohibición de hablen o estrechen la mano de hombres que no sean mahram.
12. Prohibición de reír a carcajadas.
13. Prohibición de usar zapatos de tacón, que producirían sonido al caminar
14. Prohibición de viajar en taxi sin mahram.
15. Prohibición de mujeres en radio, televisión o reuniones públicas de cualquier tipo.
16. Prohibición de que practiquen deportes.
17. Prohibición de andar en bicicleta o motocicleta.
18. Prohibición de que usen ropa de colores brillantes.
19. Prohibición de que se reúnan para ocasiones festivas o con fines recreativos.
20. Prohibición a las mujeres de lavar ropa en lugares públicos.
21. Modificación de todos los topónimos incluida la palabra “mujeres”.
22. Prohibición de que las mujeres aparezcan en los balcones.
23. Pintura obligatoria de todas las ventanas, para que las mujeres no se vean
24. Prohibición de que los sastres masculinos tomen medidas de mujeres
25. Prohibición de baños públicos femeninos.
26. Prohibición a hombres y mujeres de viajar en el mismo autobús
27. Prohibición de pantalones acampanados (anchos), incluso debajo de un burka.
28. Prohibición de fotografiar o filmar mujeres.
29. Prohibición de fotografías de mujeres impresas
Fuentes:
-New York Times
-La Vanguardia
-Valorar Magazine
-CNN
-BBC
-Euronews
-Infobae
-ABC News
-Telam
-France 24
-Perfil